El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, lamentó el trágico final del campeón del peso ligero del Consejo Mundial de Boxeo, Edwin Valero, quien se suicidó después de perpetrar el homicidio de su esposa.

"Lamentamos mucho este hecho, nos duele lo que ocurrió. Que en paz descansen, estaremos pendientes de sus hijos", dijo Chávez la noche del martes luego de una reunión con su colega cubano Raúl Castro.

El mandatario señaló que ante lo ocurrido con el campeón de 28 años, la "función debe continuar".

Valero será sepultado hoy en su región natal, Mérida, en el occidente del país, pero aún no se apaga la polémica que desató por la responsabilidad de la justicia y quienes manejaron al boxeador.

Su esposa, Jennifer, fue enterrada el martes también en Mérida, en una ceremonia restrignida a familiares y amigos.

La mujer murió a puñaladas del domingo en un hotel de la ciudad central de Valencia, donde se alojaba con su esposo. Valero confesó haber cometido el crimen y el día siguiente fue encontrado ahorcado en la celda donde fue recluido.

El boxeador había alcanzado un récord de 27 victorias, todas por nocaut, en una carrera meteórica. Sin embargo, fuera del ring se dejó llevar por los vapores de la fama y la mala conducta.

Las investigaciones dijeron que Valero consumió alcohol desde los nueve años y drogas desde los 11.

Su caso ganó titulares el mes pasado cuando su esposa fue llevada a un hospital para ser atendida por los golpes que supuestamente le dio Valero. Ella se negó a formular cargo, pero un tribunal ordenó que el boxeador fuera sometido a una plan de rehabilitación por su adicción al alcohol y a las drogas.

Las autoridades intentaron llevaron a Cuba para su rehabilitación, pero su viaje se retrasó al perder el pasaporte.

En varias ocasiones Valero se presentó en los actos públicos de Chávez, quien lo elogiaba por sus logros en el boxeo.