Fuerzas navales, terrestres y aéreas de la Guardia Revolucionaria, el cuerpo de elite iraní, iniciarán mañana una serie de maniobras militares en el estrecho de Ormuz, una de las principales vías de tránsito de petróleo y gas del mundo, informaron fuentes oficiales.

Según el general Husein Salami, citado por la agencia de noticias local Fars, el objetivo es demostrar la influencia regional que tiene su país en una zona por la que transita cada año una quinta parte del comercio mundial de energías fósiles.

"Una de las principales metas de estos ejercicios es el mantenimiento de la seguridad tanto en el golfo Pérsico como en el estrecho de Ormuz, ya que es una ruta económica y energética clave en el mundo", afirmó.

"Queremos que el mundo sea consciente de la importancia que tiene la seguridad en la zona y de que el papel que debe desempeñar en ella la República Islámica es innegable", agregó.

Al hilo de este argumento, Salami quiso tranquilizar a los países árabes suníes del golfo Pérsico, que observan con aprensión los movimientos del estado chií en la zona.

"Desde nuestro punto de vista, no significan amenaza alguna para ninguno de los países amigos. Paz, amistad, seguridad, tranquilidad y mutua confianza es el mensaje de estas maniobras para los estados vecinos", reiteró.

Estas son las cuartas maniobras militares que la Guardia Revolucionaria, fuerza ideológica del régimen iraní, realiza en los últimos nueve meses.

El anuncio se produce en plena escalada de la tensión entre la comunidad internacional e Irán a causa del controvertido programa nuclear iraní.

Gran parte de la comunidad internacional, con Estados Unidos a la cabeza, acusa al régimen de los ayatolá de ocultar, bajo su programa civil, otro de naturaleza clandestina y ambiciones bélicas cuyo objetivo sería adquirir un arsenal atómico, alegación que Teherán niega.

Desde hace varios meses, la Administración norteamericana trata de consensuar nuevas sanciones internacionales para tratar de frenar el controvertido programa nuclear iraní, pero hasta la fecha se ha topado con la renuencia de países como China.

Israel, por su parte, ha amenazado con lanzar un ataque aéreo sobre las centrales nucleares iraníes.

Irán ha sugerido, por su parte, que responderá con contundencia a cualquier agresión atacando territorio judío y las bases norteamericanas en la zona, e incluso tratando de cerrar el estrecho de Ormuz.