El Vaticano se esfuerza por mejorar su imagen dañada por los abusos sexuales de religiosos antes del primer viaje del papa Benedicto XVI desde que estallaron los escándalos. El secretario personal del pontífice ha hecho oír su voz y la Santa Sede instruyó a los obispos de todo el mundo a denunciar los casos de abusos a la policía.

La nueva estrategia se produce mientras el Vaticano trata de limitar el desprestigio causado por numerosas revelaciones de sacerdotes que violaron o vejaron a menores -ante el silencio de autoridades eclesiásticas- antes del viaje del pontífice a Malta este fin de semana. Las víctimas de abusos en ese país insular del Mediterráneo, de mayoría católica, han solicitado una audiencia papal y esperan una disculpa.

El vocero del Vaticano, Federico Lombardi, se negó a confirmar el martes si Benedicto se reunirá con las víctimas, pero no lo descartó. Afirmó que el pontífice está dispuesto a recibirlas "pero en un ambiente de meditación y reflexión y no bajo presiones de la prensa".

Antes de anteriores viajes al exterior, Lombardi se negó a confirmar encuentros con víctimas de abusos hasta después de su concreción.

El Vaticano había vacilado durante semanas desde que surgieron versiones de que Benedicto -cuando era conocido como Joseph Ratzinger y se desempeñaba como arzobispo de Munich de 1977 a 1982- aprobó terapia para un sacerdote pedófilo a quien se permitió hacer trabajo pastoral. Más adelante este religioso fue condenado por vejar a varones menores de edad. Desde entonces, centenares de personas han presentado denuncias en Alemania y otros países europeos, y han salido a luz en Estados Unidos casos antiguos vinculados con Roma y con el mismo Papa.

Al principio el Vaticano se mostró a la defensiva y dignatarios de la Iglesia acusaron a los medios, los masones y los partidarios del aborto y el casamiento homosexual de confabularse para atacar al Papa. Pero recientemente el Vaticano ha cambiado de rumbo; aunque sigue quejándose de una campaña anticatólica también ha prometido mayor transparencia y está tomando iniciativas para demostrar que está instrumentando cambios.

Lombardi dijo que se estudian nuevas iniciativas, incluso más reuniones papales con la víctimas como también "una profundización de las medidas de prevención y respuesta" a los abusos. Pero grupos de víctimas se han quejado desde hace tiempo que el Vaticano nunca ha emitido normas universales para los obispos sobre el cuidado pastoral que deberían suministrar a las víctimas ni estrategias de prevención para asegurarse que los pedófilos no sean admitidos en el sacerdocio.


El lunes, durante una visita a Chile, el segundo en jerarquía en la Santa Sede, el cardenal Tarcisio Bertone, opinó que el pontífice tomará más iniciativas "que no dejará de sorprendernos", aunque no entró en detalles.

El secretario personal del pontífice, monseñor Georg Gaenswein, habló el martes por primera vez desde que estalló el escándalo y afirmó que Benedicto ha hecho más que nadie por reprimir los abusos.

"No tiene sentido ni es útil que el Santo Padre comente personalmente sobre cada caso", dijo al diario alemán Bild. "Suele pasarse por alto la responsabilidad que corresponde a varios obispos y a las conferencias episcopales".

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